Mejorar la relación con nuestras emociones para ser capaces de elegir y regular nuestro estado emocional y nuestro comportamiento ante las dificultades del día a día.
Cualquier persona que quiera entrenar su inteligencia emocional para mejorar tanto su calidad de vida como su práctica profesional.
Cualquier profesión que requiera el trabajo directo con personas: docencia, personal sanitario, atención al cliente, recursos humanos, etc.
No es necesario tener conocimientos previos en inteligencia emocional para el aprovechamiento del curso.