El turismo es una de las principales actividades económicas a nivel mundial, que genera beneficios directos fundamentales. Pero, ¿qué pasa cuando ese turismo se dirige a sitios patrimoniales que no cuentan con una propuesta de gestión y uso de los recursos, que sea respetuosa de ese entorno singular?
Hablar de turismo cultural es hablar de una adecuada gestión que garantice el cuidadoso uso de los recursos. Es necesario concienciar a todos aquellos que trabajan con el turismo del riesgo que conlleva la ausencia de un plan de turismo cultural sostenible pensado desde el uso, conocimiento y disfrute de estos espacios patrimoniales, pero a la vez y fundamentalmente, desde su preservación y conservación.