Sorprende que todavía se oigan voces que ponen en duda la utilidad de dar a las diferentes herramientas colaborativas y de difusión social un lugar importante en la estrategia de la administración y su relación con el ciudadano.
A la organización le corresponde asumir que en internet ya hay conversaciones (que cualquiera puede leer) en las que algún ciudadano transmite la experiencia personal que ha tenido con la organización.
En suma, la organización debe entender que si ignora el poder de la web social, empezará a perder todas las posibilidades que nos aportan los nuevos modelos comunicativos y de marketing.