En 1998 el consorcio de venta al por menor británico (British Retail Consortium), respondiendo a las necesidades de la industria, desarrolló y lanzó la norma BRC para ser utilizada para valorar a los fabricantes de productos alimentarios.
La implantación de la norma BRC se ha ido distribuyendo a lo largo de toda Europa. Actualmente hay más de 12.000 proveedores certificados en todo el mundo y en España unos 600.
Esta norma se desarrolló para ayudar a las compañías de distribución británicas, con productos de marca propia, a garantizar el cumplimiento con los requisitos legales de dichos productos y asegurar el más alto nivel de protección de sus clientes y consumidores.
Puede decirse que el objetivo de esta norma es especificar los criterios de Seguridad Alimentaria y de Calidad exigidos para implantar dentro de cualquier compañía que produce y suministra productos alimenticios con marca blanca.